Sin importar qué tan cerca estés de la disolución de tu matrimonio, debes querer terminar con el dolor de lo que pudo ser una unión feliz y no lo fue. Aunque, también debes tener en cuenta que para los niños el divorcio no es una situación fácil de afrontar y que, como padre, debes velar por su seguridad y su bienestar. El proceso de mediación permite que los niños reciban el cuidado y la atención necesaria.
¿Que és la mediación?
Mientras te encuentras en el proceso de divorcio es esencial que mantengas la atención sobre tus hijos. En esto te puede ser de gran ayuda el uso de la mediación, una técnica que proporciona asistencia a los padres para desarrollar un plan cotidiano sobre los días y actividades que realizarán los niños con cada uno de sus progenitores.
Un mediador tiene el objetivo de asegurarse de que el proceso esté centrado únicamente en los niños. Es un profesional capacitado para mantenerse imparcial y así garantizar que las necesidades de los hijos estén por encima de los intereses particulares de los padres.
Recuerda que la mediación es para tomar las mejores decisiones acerca de qué es lo mejor para tu hijo, no para ganar pequeñas batallas con el otro padre. Evita la trampa de culpar a otras personas por lo que salió mal durante el matrimonio.