Cuando ya llevamos cierto tiempo con nuestro pareja, es normal que con la confianza y la rutina del día a día vayan surgiendo ciertas diferencias, enfados o simplemente distintos puntos de vista. De hecho, esto es algo completamente normal ya que al fin y al cabo somos humanos que sentimos y padecemos. Simplemente es importante que cuando pase algo que no nos gusta, decírselo a nuestro novio/a de manera respetuosa y compresiva.


Aunque todo el mundo cree que los niños son los mayores damnificados con la separación de sus padres, también es traumática cuando ya son grandes.

Una de las grandes preocupaciones del divorcio es su impacto en los hijos. Pero los padres solo piensan en eso cuando estos son pequeños. Aún más, muchos esperan a que crezcan para anunciarles que se separan. La mayoría cree que si sus hijos ya son adultos, pueden resistir el golpe más fácilmente.


En 2012 me separé. Era pareja de hecho, pero hay convenio de separación porque tengo 2 hijos. La madre se quedó en guardia y custodia y disfruta del usufructo del piso con los hijos. El piso está pagado pero me gustaría saber si puedo plantearle a mi expareja en algún momento que me compre mi parte del piso o bien ponerlo a la venta ya que estoy viviendo de alquiler y además paso pensión por los hijos. Necesito saber si puedo modificar esta situación antes de que los hijos tengan independencia económica.


Imagínate esta escena. Una chica se enamora de un muchacho. Él se siente atraído a ella también. Todo parece ir muy bien. Sin embargo, después de unas cuantas citas, el chico empieza a enfocarse en pequeños defectos y siente un poco de ansiedad. Un buen día, cuando recibe una llamada de su novia comienza a sudar y cuando ella le dice que quisiera invitarlo a cenar en la casa de sus padres su corazón empieza a acelerarse y no puede respirar, hasta se siente mareado.