¿Qué son los puntos de encuentro?

El 21 de junio del 2011 entró en vigor la regulación legal de lospuntos de encuentro, algo largamente reivindicado por los operadores del derecho de familia puesto que desde hace muchos años  estos centros existen y subsisten gracias a iniciativas privadas que han contado con un escaso apoyo por parte, básicamente, de la administraciones locales.

Los puntos de encuentro son centros atendidos por psicólogos/as, trabajadores/as sociales, o pedagogos/as que facilitan las relaciones entre los hijos y sus progenitores, en casos de grave conflictividad en las familias, especialmente en aquellos casos de violencia doméstica en los que existiendo una orden de alejamiento entre los progenitores, las entregas y recogidas de los menores no pueden hacerse con normalidad en casa de la madre que ha sido la víctima de la violencia.

También  los puntos de encuentro realizan su labor en aquellos casos que por diversas razones, alienación parental o simple distanciamiento  de uno de los progenitores, se hace necesario restablecer el contacto entre padres/madres e hijos/hijas. En el punto de encuentro, y con la ayuda de los profesionales, se iniciará el acercamiento paulatino entre ellos y poco a poco cuando la figura paterna o materna se ha normalizado, las estancias visitas y comunicaciones podrán hacerse fuera del punto de encuentro.

Esta bonita filosofía que inspira el funcionamiento de los puntos de encuentro, debo de deciros que en la realidad se ha visto desbordada por la cantidad de casos que precisan de la intervención de este servicio y que ha provocado el colapso de los centros. Desde los juzgados ya no pueden derivarse a los clientes a los puntos de encuentro, con lo cual, probablemente algún progenitor que se merecía una oportunidad deberá de enfrentarse a un largo periplo ante los tribunales para defender su derecho a relacionarse con su o sus hijos.

Esperemos que la regulación legal y sobre todo la llegada de fondos públicos doten a los puntos de encuentro de medios para seguir trabajando, aunque dada la situación actual de recortes presupuestarios, me temo que quedan algunos años más para que esta importante labor social que se desarrolla en los puntos de encuentro funcione con normalidad.