Mi marido no quiere divorciarse ¿Basta con que yo quiera?

En julio de 1981, fecha de la entrada en vigor de la Ley del Divorcio, debía de existir una causa, tipo infidelidad, incumplimiento de los deberes conyugales, malos tratos, alcoholismo, drogodependencia…entre otros, y si no se acreditaba la causa el juez podía denegar el divorcio.

A medida que fueron pasando los años , la sociedad española iba modernizándose y las peticiones de separaciones y divorcios empezarón a crecer de manera espectacular.

 

La doctrina de los tribunales fue adaptando los criterios y a pesar de que la ley escrita exigía la causa para divorciarse, los jueces accedían a las peticiones de divorcio cuando las partes alegaban la simple falta de afecto marital, en otras palabras el desamor.

Cuando entra en vigor la nueva ley del divorcio en julio de 2005 ya no se exige que las partes deban de acreditar la causa para divorciarse y solamente que lo pida uno de los cónyuges, el juez debe de acceder a la petición de divorcio aunque el otro no lo acepte.