La primera de ellas es el inicio de la convivencia. Éste es un momento de adaptación en el que realmente empiezas a conocer de verdad al otro pues ya no solo presenta su mejor cara, sino que también le vemos cuando está enfermo, de mal humor, recién levantado y muestra sus manías y hábitos.
La vivienda se puede adquirir a nombre de un menor y éste puede ser el titular, pero actuando los padres o tutores como sus representantes legales (artículos 162 y 267 del Código Civil) y como administradores del bien, y ello es así porque tras la Constitución Española se impone (artículo 10.1) el fomento por parte de los poderes públicos del libre desarrollo de la personalidad, y tras la Ley Orgánica 1/1996, de 15 de enero, de protección jurídica del menor, de modificación del Código Civil y de la Ley de Enjuiciamiento Civil, en su artículo 2, párrafo segundo se establece que las limitaciones a la capacidad de obrar de los menores se interpretaran de manera restrictiva.
“Y vivieron felices para siempre” es una frase difícil de lograr en la vida real. Los cambios naturales de la vida de ambas personas y las circunstancias pueden lograr que un matrimonio feliz considere el divorcio.
Las prestaciones económicas son gestionadas directamente por el Instituto Nacional de la Seguridad Social, o por el Instituto Social de la Marina si se trata de trabajadores incluidos en el campo de aplicación del Régimen Especial del Mar.